¿Y qué significa para ti conectar con la naturaleza?
Es probable que las respuestas de muchos/as de ustedes hagan alusión al mar, la playa, el campo, la tierra, el aire…
Pero, y ¿si pensáramos un poco más allá y nos refiriéramos a conectar con la naturaleza de uno/a mismo/a, con nuestra esencia, con la parte más profunda de mi ser.
En la infancia y a medida que vamos creciendo, integramos creencias, ideas de cómo debo relacionarme con mi entorno, qué está bien decir y qué no, hacer o no hacer para ser vistos/as y reconocidos/as por papá, mamá y/o figuras de referencia.
Mi esencia, lo que llamaríamos mi estado más puro, queda eclipsada por esos mensajes parentales tan presentes a lo largo de mi desarrollo.
Los traumas no resueltos se proyectan en el entorno. Es decir, se espera que los/as otros/as cubran mi necesidad de ser amado/a, reconocido/a y/o protegido/a.
Pese a saber que nuestros padres hicieron lo que pudieron en cada momento y que si lo hubiesen podido hacer mejor, lo hubiesen hecho, eso no quita el dolor que hubo y hay en mí y que también, es importante.
Ahora, como persona adulta, puedo elegir qué priorizo en mi vida y si atender o no a aquello que me causa dolor.
La terapia sana las heridas. Es importante que te cuides y te atiendas.